Me gusta realmente la estructura de la obra y sobre todo esa mezcla de realidad y fantasía, que también, Wilde, usa en otros cuentos. Es también agradable la forma en que retrata la realidad de su época (finales del siglo XIX); la vanidad, la locura y el aprecio del arte propios de su época. La parte que más me interesa a mí es el dandismo que refleja en Dorian Gray y más en Lord Henry Wottom. La forma de hablar y de pensar tan profunda de este último, que comprende la vida con tal simplicidad, la forma en que "lee" a las personas rápidamente, y su exquisito gusto por satisfacer los deseos inmediatos y dejarse llevar por las tentaciones para así no perderse de ninguna experiencia, es increible. También atrae la forma en que describe el aprecio de las personas por la belleza, llegando a la vanidad. En general; el vocabulario es florido, entendible; la estructura es ordenada; y el argumento te atrapa.
jueves, 21 de febrero de 2008
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